La misa del viernes no fue una normal. El Padre Rayo se sentó al lado nuestro y comenzó a hablar.
Puede que no fuera una tradicional, pero me gustó mucho. Y es que el Padre Rayo tiene una facilidad asombrosa para hablar. Siempre que estamos con él, nos pone ejemplos, nos cuenta historias y anécdotas relacionadas siempre con un tema: La única forma de vivir es amando.
Y lo cierto es que siempre me queda todo muy claro, y siempre me gusta que el Padre Rayo venga a hablar con nosotros.
Puede ser por el lenguaje que utiliza, que es claro y sencillo, o también puede ser que te invita a participar, pues nos hace preguntas, pero siempre que el Padre está hablando, todos estamos en silencio y atentos para ver lo que va a decir.
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