Me ha llamado la atención el comportamiento del protagonista cuando posee los poderes que Dios le ha entregado. Podríamos pensar que, si pudiésemos disfrutar de un poder ilimitado, dedicaríamos nuestra vida a ayudar a los demás. Pero, ¿es eso verdad? ¿Nos centraríamos en auxiliar a las personas ajenas, o nos centraríamos en nuestras propias preocupaciones?
Al comienzo de la película observamos como Bruce no para de pedirle cosas a Dios, pero cuando este tiene sus poderes, no se preocupa ni los más mínimo en los demás, solo quiere arreglar su vida, y no le importa perjudicar al resto de la población.
Es ese comportamiento egoísta el que le lleva a perder a su novia, y es en ese momento cuando Bruce se da cuenta de que no estaba ejerciendo un buen uso de sus poderes, y que tener el poder de Dios no implica ser mejor que los demás.
Al comienzo de la película observamos como Bruce no para de pedirle cosas a Dios, pero cuando este tiene sus poderes, no se preocupa ni los más mínimo en los demás, solo quiere arreglar su vida, y no le importa perjudicar al resto de la población.
Es ese comportamiento egoísta el que le lleva a perder a su novia, y es en ese momento cuando Bruce se da cuenta de que no estaba ejerciendo un buen uso de sus poderes, y que tener el poder de Dios no implica ser mejor que los demás.
También me ha parecido interesante la reflexión final, en la que Dios decía que la gente le pide ayuda y exigen soluciones a sus problemas mediante oraciones, pero ellos no se esfuerzan ni trabajan para resolver sus problemas, solo esperan a que Dios se lo de todo hecho.
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